DEL DICHO AL HECHO
Por
Stefannia Doria Rincón
Stefannia Doria Rincón
Para todo pueblo perteneciente a cualquier comunidad, los planes de desarrollo son necesarios, mas si el lugar se encuentra dentro de un país
en vías de desarrollo, es de esperarse que se busquen salidas, soluciones y alternativas ante el notable atraso de este tipo de regiones, con apoyo de países de imponentes engranajes cuyas economías soportan cualquier tipo de proyecto, en donde la tecnología hace de las suyas todo el tiempo para mejorar la calidad de vida de las comunidades. Sin embargo, el diagnóstico del departamento del Magdalena lamentablemente es ineludible; problemas de orden público, salud, desperdicio y contaminación de recursos naturales, desorden político y demás factores que obstaculizan cualquier desarrollo.
Ante esto el gobierno departamental se alerta, y bajo el mando de Trino Luna Correa, se hace la proyección del magdalena como un parque industrial, que tenga gran variedad de alternativas de transporte y comunicación posibles, para atender todas las necesidades tanto de importadores como exportadores. Eso implica un gran número de mano de obra, de material humano, recursos naturales y de una gran cantidad de pueblos y personas capacitadas para atender a todos los sectores que lleguen a cualquier lugar del departamento.
en vías de desarrollo, es de esperarse que se busquen salidas, soluciones y alternativas ante el notable atraso de este tipo de regiones, con apoyo de países de imponentes engranajes cuyas economías soportan cualquier tipo de proyecto, en donde la tecnología hace de las suyas todo el tiempo para mejorar la calidad de vida de las comunidades. Sin embargo, el diagnóstico del departamento del Magdalena lamentablemente es ineludible; problemas de orden público, salud, desperdicio y contaminación de recursos naturales, desorden político y demás factores que obstaculizan cualquier desarrollo.
Ante esto el gobierno departamental se alerta, y bajo el mando de Trino Luna Correa, se hace la proyección del magdalena como un parque industrial, que tenga gran variedad de alternativas de transporte y comunicación posibles, para atender todas las necesidades tanto de importadores como exportadores. Eso implica un gran número de mano de obra, de material humano, recursos naturales y de una gran cantidad de pueblos y personas capacitadas para atender a todos los sectores que lleguen a cualquier lugar del departamento.
Todo esto no es una mala idea, sin duda es una magnifica vía de desarrollo para la región, bajo elaborados criterios de conservación y sostenibilidad con el medio ambiente, del cual se reciben tantos beneficios. No obstante, ¿Está la gente capacitada para tantos cambios?, estos cambios implican un proceso gradual, que requiere de muchos años y preparación constante para una transformación del ambiente en cuanto a plantas físicas, apertura a nuevas culturas, nuevos mercados y una competencia con otros centros industriales. Es por esto que la sociedad del Magdalena está poco preparada ante esto; es ilógico pensar ya en una imponente construcción, cuando a la gente no se le ha empezado a educar ante el inevitable shock.
Los cambios en la sociedad son el primer paso para cimentar cualquier aspiración, no se llega a un avance económico y cultural si realmente el pueblo no tiene las estructuras intelectuales para concebir la grandeza del proyecto, de las repercusiones que puede tener tanto para la región como para el país. Ese es el primer escalón que conseguirá una estabilidad para el pueblo y para competir con el inquieto mundo de la globalización; sin eso, cualquier plan de desarrollo queda convertido en un montón de utopías que pueden llegar a ser un caos total. El Magdalena aun no está preparado para tanto, por eso los cambios deberían hacerse desde ahora.